domingo, 24 de junio de 2007

Rosebud


No solo hay que ser padre fundador para sentir a Ciutadans como un hijo, no importa si estáis de acuerdo o no con lo que diga a continuación, pero sí que lo leais como auténticos ciudadanos; queridos compañeros, quiero que seáis muy conscientes de la encrucijada a la que vamos a enfrentarnos en el próximo congreso de nuestro partido: a la extinción de una forma de vida política, por eso es importante que dediquéis unos minutos de atención a estas palabras, aunque sólo sea por interés ecológico.

Hay muchas formas de relatar las cosas que nos van ocurriendo en la vida; en la política, la que más se utiliza es la de pensar con detenimiento las cosas que se dicen o se van a decir, con esa prudencia maquiavélica e hipócrita que caracteriza a los representantes democráticos elegidos por el pueblo cada cuatro años en las urnas. Tanta prudencia para decir las cosas, mientras que luego hacen siempre lo que les da la gana, en absoluto silencio.

Yo no soy político, ni quiero serlo, soy ciudadano, así que me importan menos las formas diplomáticas, que los contenidos a los que se refieren. Por eso voy a expresarme en claro lenguaje ciudadano diciendo lo que realmente pienso.

Ciutadans, es algo que comenzó siendo un sueño y se ha terminado convirtiendo en una auténtica pesadilla, porque ha perdido toda la magia que contenía al principio; nuestro Harry Potter particular, Albert Rivera, se ha quedado sin los poderes conferidos por los intelectuales y la ilusión de sus representados, se ha agotado demasiado deprisa, no creo que sea un buen mago, pero seguro que será un buen político. Su declinar y el de los suyos, se ha visto claro en las pasadas elecciones municipales.

En la política hay dos bandos bien definidos: los que creemos en la magia de que es posible cambiar la realidad social poniendo lo mejor de cada uno, y la de aquellos que viven de nuestras creencias, como por ejemplo, los políticos.

Así somos de ingenuos los humanos, esta sociedad nos ahorma a los intereses de los que detentan el poder en su propio beneficio.
Pero volviendo a nuestra historia particular, nos vamos a jugar mucho el próximo domingo, la pérdida de una alternativa que haga frente a la política tradicional de los partidos convencionales, de la que ya estamos absolutamente hartos muchos, como bien indica la abstención electoral.

Y aquí estamos, a una semana del congreso, con dos alternativas bien establecidas, una representada por Albert Rivera y su gente, que han demostrado que su único interés es utilizar este partido en su propio beneficio, como una plataforma para completar sus ambiciones personales, y por otra parte, todos los demás.

¿Y quiénes somos los demás?. Pues los demás somos los soñadores, los que queremos cambiar la realidad, los que creemos en la democracia, los que respetamos la justicia, los que trabajamos todos los días por algo que nunca nos pagarán, los que sonreímos cuando nos preguntan que anhelamos, los que nos cabreamos cuando vemos una injusticia, los que nos avergonzamos de lo que ocurre.

Los que sabemos que Ciutadans no pertenece a los políticos, sino a todos los ciudadanos, los que están en el partido y los que todavía no están, y los que no vamos a permitir que aspirantes a profesionales de la política nos desplacen y expulsen de este territorio que es nuestro, y que tanto nos ha costado conquistar.

Por que Ciutadans debe ser diferente a los demás partidos políticos, no sólo por sus formas o contenidos, sino por sus objetivos: solo nos importan las personas. Somos una nueva especie en la política española, y es una pena, pero estamos a punto de extinguirnos.

Ciutadans debe ser transparente, debe tratar de ser fiel a lo que realmente propone, cumplir con sus promesas y su palabra. No hay que engañar a los ciudadanos para conseguir objetivos, y no debemos pagar el precio de la perversión de nuestras ideas o la corrupción de nuestros hechos, para llegar a la meta. Por muy necesarias que sean las cosas, no se pueden conseguir a cualquier precio.

Los actuales dirigentes de Ciutadans han demostrado que no están a la altura de lo que les requerimos, por lo que deben dejar paso a otros que lo intenten con otras formas, otros modos, otro talante y otro talento.
El día 1 de julio de 2007, debemos averiguar que es realmente Rosebud (Ciutadans), o al menos, si es el principio del futuro, o el final del pasado.
Ciuadadano Ubú
Uno más de la corriente zanahoria